¿Estancado en un camino de sanación?
No tienes que estar 100% sanado para poder avanzar.
No tienes que estar sin miedo, ni sin tristeza, ni sin culpa, ni con total certeza y claridad, para poder avanzar y crear los ajustes que quieres en tu vida. No tiene que estar todo resuelto para que emerja la siguiente versión de ti que está pidiendo nacer. Justamente, la vida se trata de crecer hacia ser cada vez más nuestro auténtico ser. Y ese crecer requiere de ir aprendiendo y diferenciando lo que somos de lo que creemos que debemos ser.
Entonces, si creemos que tenemos que estar “sanados” para poder avanzar, se nos puede ir la vida entera buscando heridas, traumas y razones.
Las dificultades
Las circunstancias difíciles de la vida son presión para que rompamos capas de condicionamiento. Son para que vayamos soltando lo que ya no nos sirve y nos vayamos permitiendo ser. La vida nos empuja a ir poniendo más fuerza a nuestra naturaleza y menos a nuestras adaptaciones, y, para poder hacer esto, NO es necesario estar 100% sanados. Incluso, esa creencia es lo que a veces nos mantiene enredados en un bypass espiritual.
Bypass espiritual
Meditar mil horas, hacer todas las terapias, identificar todos nuestros traumas y los de nuestros ancestros, sin tomar acciones diferentes a las conocidas, porque creemos que nos falta sanar, es un bypass espiritual. Da “paz mental” estar constantemente “trabajando” en ti, y “haciendo gran esfuerzo” por salir de cualquiera que sea el nudo en el que estés.
Creyendo que debemos estar sanados para poder evolucionar, usamos nuestras comprensiones como excusa a por qué no tomamos el tipo de acciones que se requieren; o como explicación a por qué no tenemos la relación, el trabajo, el estilo de vida, los hábitos que quisiéramos.
Así, nos mantenemos en un espiral que nos “calma” la mente y nos escuda de enfrentarnos realmente a asumir la responsabilidad y capacidad de decisión que tenemos sobre nuestra propia vida.
Salte del ciclo
Ese tipo de creencias inútiles -como que tienes que estar libre de miedos, inseguridades y traumas para poder avanzar- sólo te mantienen en la búsqueda de razones que expliquen el por qué no avanzas en una o varias áreas de tu vida.
El pasado no se puede cambiar. Fue lo que fue.
Los miedos y las inseguridades no se solucionan en la mente. No es pensándolos que se desvanecen. ¿O te ha funcionado?
Seguramente, ya estas consciente de muchos de tus bloqueos. Genial, eso es fundamental, pues uno no puede solucionar lo que no se sabe. Ahora, el giro necesario es abrirse a la solución.
¿Cómo se hace eso?
Tenemos el control sobre qué tanto juega el pasado en nuestro presente, y sobre qué tanto actuamos desde nuestros miedos e inseguridades. Ese control se activa con la fórmula de la transformación (a la que he hecho y seguiré haciendo referencia):
Conciencia. Intención. Acción.
Consciencia
Por ejemplo, ya identificaste que en un tipo de circunstancias te asalta tal miedo; has notado que en ciertas ocasiones te sientes culpable; ya sabes que no te sientes merecedor de lo que deseas o de recibir lo bueno que llega a tu vida. En fin.
Intención honesta
Cuando la intención de soltar o cambiar lo que está bloqueando o enredando la vida, es HONESTA, se crea un espacio para que entre la transformación.
No tenemos que saber exactamente cómo hacerlo, o tener ya el coraje necesario. Es más bien como hacerse la pregunta: ¿cómo sería yo sin esto (creencia, miedo, tristeza, culpa, desmerecimiento, etc)?
¿Estás dispuesto a ver las circunstancias diferentes? ¿O estás obstinado en seguirlas viendo de la manera que siempre lo has hecho? Si es lo segundo, te puedo garantizar que no va a haber salida. Ahora, si tienes la disposición de verlas diferente, eso es suficiente para abrir el espacio para el cambio.
La honestidad es contigo y es esencial. Si ya tienes identificado el bloqueo y aún lo mantienes, es porque de alguna manera te sirve o no estás listo para soltarlo. Es fácil mentirse diciéndose que se tiene la intención de soltar la traba y victimizarse ante la no transformación en la vida. ¡No te engañes!
Pregúntate: ¿de qué me sirve mantener esto (creencia, miedo, etc)? ¿qué pierdo al soltarlo?
Por ejemplo, te puede servir para mantenerte en una zona de confort; para mantener una dinámica relacional que trae consigo ciertos beneficios; para mantenerse jugando chiquito, para no tener que tomar riesgos; para evitar exponerse; para que el otro se sienta culpable y te compense…en fin.
Entonces, si todavía te “sirve” y no lo quieres cambiar, acepta la realidad tal y como está siendo, y asume tu parte en que así sea. Ya esa comprensión da libertad, porque te muestra que no estás condenado a nada y que cuando estés listo para soltar, lo harás.
Si por el contrario decides que ya el malestar de mantener la misma perspectiva es mayor a “los beneficios”, ábrete a la posibilidad del cambio.
Tomar acción:
Acá un par de ejercicios para saber cuáles acciones tomar.
Nota: ya de por sí hacer los ejercicios es una acción. Yohooo!!!
Retar las creencias*
Toma una hoja grande y pártela en tres columnas.
1. En la primera columna escribe la/las creencias que te bloquean
Por ejemplo:
“No soy merecedor de….”
“No soy suficientemente…”
“Me da miedo fallar”
“Me da miedo que el pasado se repita…”
“Esto no es posible para mi…”
“Todo se va a derrumbar si…”
“Yo soy muy….y eso no es bueno”
2. En la segunda columna, al frente de cada una, escribe:
¿Qué hechos tengo que soportan esta creencia?
3. En la tercera columna, escribe:
¿Qué hechos tengo que soportan lo contrario o no soportan esa creencia?
*Este ejercicio es sacado del libro The Source por Dr. Tara Swart. Su objetivo es llegar a conexiones neuronales que han hecho que percibamos creencias como verdades absolutas y flexibilizarlas, de manera que veamos que sólo son posibles verdades y que hay alternativas igual o más ciertas.
Retar la identidad
Nuevamente toma una hoja grande y ahora divídela en cuatro columnas.
1. En la primera columna, vuelve a listar las creencias.
2. En la segunda columna escribe:
¿Cómo soy desde esta creencia?
- ¿Cómo me comporto?
- ¿Qué tipo de decisiones tomo o no tomo?
- ¿Cómo hablo, camino, me visto, interactúo etc.?
¿Cómo soy cuando me siento no suficiente? ¿Cómo soy cuando me siento culpable? ¿Como soy cuando tengo este miedo? …
3. En la tercera columna, escribe:
¿Cómo sería si creyera lo opuesto?
¿Cómo sería si me creyera suficiente? ¿Cómo sería si no tuviera este miedo? ¿Cómo sería si creyera que esto es posible para mi? …
¿Qué acciones tomaría si fuera así?
4. En la cuarta columna, escribe las acciones que puedes empezar a tomar ya.
¡Genial!
Es desde esa claridad que puedes empezar a moverte llevando a cabo acciones alineadas con una siguiente versión de ti más libre y real. Es así que empiezas a hacerte cargo de tu presente y de tu futuro, aun sin estar “sanado”.
Si leíste el artículo Cómo aumentar el amor propio, notarás que estas acciones serán amorosas contigo y que empezar a hacerlas es esencial para la reconexión con tu verdadero ser.
Paso a paso vas a ir personificando esa siguiente versión de ti, y vas a irte transformado de adentro hacia afuera.
Si quieres ayuda con este proceso, las sesiones de desbloqueo son un hit.
P.D. Si aún no lo has hecho descarga gratis y disfruta el e-book: ¿Cómo tener los hábitos que quieres?
