Tokio por un día. De paso antes de regresar por más días a esta ciudad que amo. Siento dicha plena al pisarla, mas nunca me da tregua. Saca inmediatamente el espejo que proyecta en fast forward lo que han sido mis pasos desde hace ya no sé cuántas semanas que la dejé. Abro los ojos sorprendida de lo que parece un sueño de varias mujeres. Tokio me grita, una vez más, que algo cambió en mí.