¿Qué es lo que realmente deseas?
Entendiendo los Verdaderos Deseos
La indecisión y falta de claridad nos abruman y estresan nuestro sistema. Es desafiante tomar las decisiones correctas cuando creemos que alcanzar metas externas mejorará nuestra experiencia de vida. Enfocarnos en nuestras metas tiene sentido siempre y cuando estemos claros sobre cuáles son. Sin embargo, a menudo perseguimos objetivos por lo que creemos que nos darán, en lugar de por el objetivo en sí mismo.
El Modelo Si… Entonces…
Estamos hipnotizados por la constante presión de lo que se supone que debemos desear. Bombardeados por indicadores externos y promesas sobre el impacto de alcanzarlos, creemos que lograr XYZ nos hará sentir en paz, felices o satisfechos. Si alcanzo XYZ, seré significativo, importante o merecedor. ¡Pero eso no es así!
El Retorno Inevitable a la Línea base Interna
¿Con qué frecuencia has alcanzado una meta, la has disfrutado brevemente y luego has sentido la necesidad de más? La alcanzas, la disfrutas por un tiempo, y luego esa voz interna vuelve diciendo, “Sí, pero…”
Después de altibajos significativos o cambios en la vida, los seres humanos tendemos a regresar rápidamente a un estado interno relativamente estable. Esta tendencia -conocida en psicología como la teoría de la cinta de correr hedónica- muestra que cada vez que logramos algo, surgen nuevas metas y expectativas, dejándonos con el mismo estado interno base con el que comenzamos. Alcanzar metas no tiene un impacto duradero en nuestra felicidad. Nuestro estado interno base es independiente de circunstancias o condiciones externas.
¿Qué es lo que Realmente Deseas?
Ejercicio Práctico
- Haz una lista de logros que deseas alcanzar, opciones que estás considerando o cosas que crees mejorarían tu experiencia de vida.
- Al lado de cada objetivo, escribe cómo crees que te sentirías si lo lograras.
Ejemplos:
- Tener una pareja: no sol@.
- Alcanzar la meta de ingresos X: me percibiría como exitos@ y me haría sentir en paz.
- Tener un impacto en X número de personas: me percibiría como importante y eso me haría sentir gratitud.
- Ganar X cantidad de dinero: libre y feliz.
- Tener un trabajo con X características:me percibiría como relevante y eso me haría sentir feliz.
La respuesta que obtengas es lo que realmente deseas. Observa que lo que deseas podría no ser la meta en sí misma, sino lo que crees que te hará sentir lograrla. Deseas el efecto que crees que alcanzarla tendrá en tu estado interno.
Elevando Tu Línea Base
Buscamos elevar nuestra experiencia de vida de manera duradera, pero es frustrante alcanzar metas solo para darse cuenta que la emoción inicial es pasajera y pronto regresamos al estado interno con el que comenzamos. Erróneamente llegamos a la conclusión de que lo siguiente finalmente llenará el vacío interno.
Cómo Elevar la Línea Base?
La línea base interior no se eleva con logros externos. Se logra conociendo más nuestra mente; sintiendo nuestras emociones profundamente y sin juicio; siguiendo nuestras sensaciones y cultivando nuestra alegría, satisfacción y paz mental desde adentro.
“No puedes resolver un problema interno con acción externa.” —SriKumar Rao
Abordar el interior implica nutrir la conexión contigo mism@ por encima de todo. Significa observar tu mente, entender su dinámica y elegir el tipo de pensamientos que deseas cultivar. Requiere ser fiel a ti mism@, mantener coherencia, estar abiert@ a observar sin rechazar lo que no es tan “bonito” sobre ti y hacerte cargo, y aceptarte. Exige prestar atención a las señales de tu cuerpo y fomentar pensamientos, palabras y acciones que sean amorosas contigo, lo que a menudo significa dejar de huir del dolor.
Cuanto más cultives esa relación contigo y hagas ese espacio interno placentero, mejor será tu experiencia de vida. Todo lo que logres externamente estará impregnado con esa energía, y la búsqueda de metas será para disfrutar del proceso en sí mismo en lugar de llenar una necesidad o vacío. ¿Notas la diferencia entre la energía de carencia versus la de completud?
Reflexiona
Regresa al ejercicio anterior y reflexiona sobre cada punto:
- ¿Estoy haciendo/decidiendo/persiguiendo esto por lo que creo que recibiré? ¿O por el placer de hacerlo?
- ¿Cómo podría empezar a sentirme así ahora?
- ¿Qué me impide sentirme así ahora?
Nota: No te preocupes si no tienes las respuestas. Confía en que ya has dado a tu mente la instrucción de buscarlas.
Gana desde el Principio
- Ama por el placer de amar
- Da por el placer de dar
- Juega por el placer de jugar
- Haz algo nuevo por el placer de seguir la curiosidad
Así, recibes lo que buscas desde el principio. Si alcanzas la meta, genial, y si no, también está bien.
No caigas en la trampa de creer que actuar desde este lugar disminuirá tus aspiraciones, te volverá perezos@ o algo por el estilo. Todo lo contrario. Cuando el lugar de retorno es más alto, tienes la motivación para lograr más y probablemente más rápido. Lo que comienza a moverte es el placer de abrir cada día para que la vida se exprese a través de ti y contribuir desde allí en todas las áreas de tu vida. Ninguna acción es pequeña, ninguna palabra desperdiciada, ni gesto insignificante cuando se hace por el placer de hacerlo, sin una intención oculta de obtener algo a cambio. No necesitas tenerla cuando ya la has cultivado dentro.
Si aún no lo has leído, el artículo “Necesitas certeza en la toma de decisiones?” puede darte más luces.
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